La diseñadora venezolana, Carolina Herrera, creció rodeada de mujeres que le transmitieron el gusto por el buen vestir. Su madre y abuela, introdujeron a la joven al mundo de la moda presenciando los desfiles de Balenciaga en París y vistiendo de Lanvin en los bailes de la sociedad caraqueña. 

En 1965, tuvo su primer encuentro oficial con la moda siendo la publicista de la marca Pucci en la boutique de Caracas. Luego de mudarse a Nueva York y de codearse con importantes figuras de la industria, Carolina quiso incursionar en la industria del diseño de textiles. A sus 42 años, pasó de ser una ama de casa de tiempo completo a una creativa empresaria que dedicaba 12 horas de trabajo al día. Su primera colección la hizo en Caracas, y luego la presentó en un desfile en la ciudad de Nueva York, donde sus diseños llamaron la atención de las mujeres neoyorquinas e hicieron rápidamente a Carolina el nuevo descubrimiento de la moda del momento.

La casa de moda de Herrera fundada en 1980; atrajo desde sus inicios a las mujeres de sociedad de Caracas y Nueva York, en sus diseños predominaban la sastrería para mujeres, los colores vivos y los hombros anchos distintivos de la época. Con la expansión de su marca, la asociación de Carolina con la compañía de fragancias española Puig, comenzaron la producción de la línea de perfumes. 

El estilo de Carolina Herrera destaca por su sofisticación, simplicidad y elegancia, nombrada como una de las mejores vestidas de los 70, la diseñadora es conocida por su impoluta estética al vestir. El elemento insignia de Carolina Herrera es la camisa blanca, un distintivo de su imagen que se ha convertido en parte de su personaje y ha inspirado las creaciones de su marca. 

Uno de los fuertes de la marca es la línea para novias de Carolina Herrera New York. Jessica Simpson y Olivia Palermo son algunas de las celebridades que lucieron diseños de la firma en sus bodas. Fueron incluso llevadas al cine por Kristen Stewart, en la saga de Crepúsculo. Además de las líneas de ropa, también es reconocida por sus creaciones de marroquinería, de la que destacan bolsos, cinturones y accesorios de piel. La firma se expandió con la creación de elementos cotidianos como paraguas, bufandas y abanicos; se le suma la exitosa cápsula de ropa para niños, una selección de prendas para el cabello y sus emblemáticos perfumes.

Lo que comenzó como una aventura para la diseñadora, hoy se ha vuelto en un éxito comercial con presencia en más de 140 países. Ha sido reconocida por Vogue desde su juventud, nombrándola como la venezolana mejor vestida y una de las fundadoras americanas más exitosas. Ella es una figura de la moda internacional que hizo de su imagen una estética para su exitosa marca. Con su sofisticado y clásico estilo, es una representante de la mujer latinoamericana en la industria que demuestra que el talento y el ojo crítico son capaces de trascender cualquier barrera.