La famosa firma de ropa «Hugo Boss» es conocida por su elegancia y alta costura. Sin embargo, su fundador Hugo Ferdinand Boss estuvo fuertemente relacionado con el Partido Nazi. El costurero alemán se dio cuenta que el negocio de confeccionar los uniformes del Tercer Reich tendría un gran auge. Así fue como el modista fundó un taller de sastrería en Metzingen, un pueblo al sur de Stuttgart.
En esa época, Adolf Hitler ya estaba armando la estrategia del Partido Nazi y su discurso comenzaba a convencer a muchos. Y, al parecer, uno de esos fue Hugo Boss. En 1933, después de comenzar su aventura textil, y pasar por una multitud de calamidades económicas, Boss ya había decidido que su futuro sería proporcionar la indumentaria a la SS, la SA y las Juventudes Hitlerianas, esto significaba un total de tres millones y medio de uniformes. Su futuro ya quedaría marcado.
La guerra incrementó los pedidos, gracias a eso, Boss compró una fábrica de telas para ahorrarse dinero en el proceso de creación de las prendas. Para ese entonces, los militares alemanes podían tener hasta ocho tipos de uniformes distintos. El mercado estaba siendo, sin duda, favorable para la marca.
Rápidamente, Hugo Boss se convirtió en la segunda compañía textil más importante de Alemania durante la Segunda Guerra Mundial. Con el tiempo, la disminución de la entrada de los productos a través del comercio, provocó escasez de materias primas para confeccionar los trajes. Otro problema fue la falta de mano de obra. Sin embargo, las tropas de Hitler le ofrecieron prisioneros procedentes de campos de concentración de los estados bálticos, Bélgica, Francia, Austria, Polonia y la URSS.
Al terminar la guerra, en 1945, las cosas cambiarían radicalmente para el modista. Decidió cambiar los trajes militares que confeccionaba por uniformes de trabajo, pero tuvo problemas con el nuevo Gobierno alemán. Después de varias investigaciones, se concluyó que Boss perdería el derecho al voto, como también la capacidad para administrar un negocio y debería pagar una multa de 80.000 marcos (alrededor de un millón de euros actuales). El escándalo llevó a Hugo Boss a abandonar la compañía y, dos años después, murió.
Tras su muerte, la compañía volvió a confeccionar uniformes, pero esta vez solo para policías y carteros. Los sobrinos de Hugo Boss, Uve y Jochen, asumieron la dirección de la empresa y lentamente la guiaron hacia artículos de lujo destinados al público masculino. Finalmente, 20 años después la empresa creció sustancialmente y en la actualidad, se ha vuelto a convertir en una marca de elegancia y es usada por todo tipo de personajes famosos . Hugo Boss se lanzó a patrocinar acontecimientos deportivos y culturales de todo tipo, consiguiendo transmitir una dinámica imagen de modernidad.
